miércoles, 21 de enero de 2009

La naturaleza acabó con la civilización más antigua del Perú (sic)

Los arqueólogos tienen una discusión bastante antigua sobre el efecto de los "desastres naturales" sobre las sociedades, principalmente las que tuvieron niveles de organización social compleja (curacazgos, estados o grandes civilizaciones). Michael Moseley hace varias décadas sostuvo que una serie de terremotos destruyeron el sistema de canales de la civilización Moche, con lo cual se trajo una gran crisis y el fin de su cultura. Recuerdo las críticas del Dr. Duccio Bonavia al respecto, en las cuales él sostenía que para que un terremoto destruyera el sistema hidráulico, debía de haber sido un cataclismo de características fabulosas, que no dejaría ninguna edificación en pie y por último que los canales que supuestamente había sido desconectados por el terremoto, en realidad nunca funcionaron, porque debieron estar mal diseñados.

La arqueología ha registrado para el fin de Moche a varios fenómenos de niño grandes, sin embargo, nos aunamos a la opiniones que sostienen que los "desastres naturales" no sean tomados como la razón de quiebre del orden moche, sino como un catalizador de factores de desintegración y de crisis económica sociales, que fueron producto de las contradicciones sociales de la época.

Ahora salen las notas periodísticas respecto a que los fenómenos naturales pusieron fin a lo que algunos llaman la "civilización Caral". Esperamos leer la nota con los datos científicos que sostengan esta propuesta sobre los desastres naturales y el fin de la ocupación de centros ceremoniales en el norte chico.


La nota periodística:
http://www.peru. com/noticias/ sgc/portada/ 2009/01/19/ detalle20048. aspx


lunes 19 de enero del 2009
Hora: 17:01
La naturaleza acabó con la civilización más antigua del Perú y América
Caral
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Lima (Peru.com).- (EFE).- Una serie de terremotos e inundaciones, que enterraron bajo la arena tierras y bahías fértiles, fue la causa más probable de la desaparición de la civilización más antigua de América, hace 3.600 años en el valle de Supe en Perú.
Esta es la conclusión a la que llegan un grupo de antropólogos, geólogos y arqueólogos estadounidenses y peruanos en un informe que se publicará la semana próxima en la edición por internet de la revista científica "Proceedings of the National Academy of Sciences" (PNAS).
Los primeros asentamientos del valle, a unos 200 kilómetros al norte de Lima en la costa central peruana, datan de hasta hace 5.800 años.
Sus habitantes prosperaron en la árida planicie al lado de los fértiles estuarios y bahías.
Se dedicaban a la pesca con redes, a cuidar de sus huertos y a cultivar algodón y verduras, según la arqueóloga peruana Ruth Shady, coautora del informe y directora del proyecto Caral-Supe, en el que los investigadores realizan excavaciones en siete yacimientos de la zona.
Los pueblos de Supe construyeron grandes templos de piedra miles de años antes que los mayas, la mayor de las cuales es la Pirámide Mayor de Caral.
Esta civilización, tan antigua como las de Mesopotamia y Egipto, floreció durante 2.000 años, pero hace unos 3.600 años un gran terremoto de 8 o más grados en la escala de Richter sacudió Caral y otro asentamiento cercano costero, Aspero, afirma el antropólogo Mike Moseley, de la Universidad de Florida, uno de los cinco autores del estudio.
La región, donde chocan dos importantes placas tectónicas oceánicas, sigue siendo hoy una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
El fuerte temblor causó el derrumbe de parte de la Pirámide Mayor y graves daños a otros templos más pequeños en Aspero, así como inundaciones que pudieron ser detectadas por los científicos en las finas capas de cieno excavadas.
Pero esto no fue más que el principio de una cadena de sucesos devastadores, dijo Moseley.
El terremoto y varias réplicas desestabilizaron la estéril cadena montañosa que rodeaba el valle y provocaron aludes de rocas y tierra que fueron arrastradas hacia el mar por las fuertes lluvias desencadenadas por el fenómeno meteorológico de "El Niño", explicó.
En el océano, una potente corriente paralela a la costa acumuló la arena y el cieno y formó una cadena conocida como "Medio Mundo" que aisló a las fértiles bahías, que terminaron llenándose de arena.
Los fuertes vientos costeros cubrieron también de arena los sistemas de irrigación y los campos dedicados a la agricultura y "lo que durante siglos fue una región productiva aunque árida se convirtió en inhabitable en unas pocas generaciones", señaló Moseley.
La civilización de Supe se marchitó y finalmente desapareció para ser sustituida de forma gradual por sociedades que dependían de la alfarería y la fabricación de tejidos para su subsistencia.
"El destino de Supe puede ser una advertencia para estos tiempos modernos, en los que gran parte de los centros de población están construidos en zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental", según los científicos.
Entre los principales riesgos figuran las alteraciones causadas por "El Niño", como lluvias intensas y periodos muy húmedos, que pueden ser más frecuentes debido al cambio climático.
"Nos gustaría poder decir que la personas aprenden de sus errores, pero ése no es siempre el caso", sentenció Moseley.
EFE


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante este tema, Mario. Te cuento que en el 2006 un documental de The History Channel sustentó el fin de Moche por un meganiño. Lo reseñé en La caída de los Moche.

Saludos

Mario dijo...

Arturo,
gracias por tu comentario y sobre todo por difundir nuestra nota en tu blog.
Yo creo que es necesario que la investigación del pasado contemple el análisis de las condiciones ambientales, y fenómenos climáticos. Lamentablemente, la especulación y en algunos casos la necesidad de publicar noticias espectaculares deforma este aspecto.
Esperemos que la ciencia y sobre todo una visión crítica de la historia se imponga sobre los exotismo que son frecuentemente difundidos por los medios de comunicación.
Saludos,
MARIO